miércoles, 9 de mayo de 2007

KOMbAtE La 51 AkDE Y La iRREvErnTe




Cuenta la leyenda que una noche de verano, tras una igualada a dos en la cancha del Jalisco, las barras del Guadalajara y el Atlas buscaban el desempate.El operativo policiaco no les permitió encontrarse cerca del estadio Jalisco. Pero todos, rojiblancos y rojinegros, sabían que frente a la fuente Olímpica tenían una cita a la que nadie podía fallar.Ahí cayeron el Chivigón (de obvia filiación) y el Colochini, de la 51, entre otros.Ambos fueron a dar a la misma celda, y lejos de tranquilizarlos, el comandante en turno dio la orden: “¡órale cabrones, dense un tiro solitos!”.Justo ahí, esto se volvió leyenda.Las barras rojiblancas dicen que el Colochini “no se topó”.En la barra 51, la historia es otra. “El Chivigón se le cagó al Colo”, dicen.Violencia“Donde nos vemos, nos topamos”.Es la afirmación inmediata de cualquier barrista, rojiblanco o rojinegro.La violencia se salió del estadio y sus alrededores, para instalarse en los barrios, escuelas, y cualquier punto citadino donde se encuentren.Conocen el apodo y hasta dónde viven los que están detrás de la portería contraria. Se saben de memoria las deudas pendientes. Dicen que se odian, pero dentro del estadio nunca se topan.Todo comienza ahí, pero justo ahí no pasa nada. Las dos porras están a poco más de 100 metros (el largo de la cancha) y se retan con cánticos, señas y, sobre todo, trapos. Esas mantas propias que tienen colgadas, pero más que nada, los que se robaron en la última pelea, el trofeo más preciado en una reyerta.Todo queda para después del partido, a unas cuadras del Jalisco.Las barras poco a poco toman los estadios. Caminar por donde se ubican con la camisa del equipo contrario, es tan arriesgado como comer hígado en la zona metropolitana de Guadalajara.Incluso en el estadio Jalisco, caminar por Fidel Velázquez con la camisa de las Chivas cuando el Atlas es local, es sinónimo de locura o temeridad. Igual pasa cuando el Rebaño comparece en el coso de la Calzada Independencia.“No lo puedo explicar, yo sé que es una pendejada, que es un partido de futbol, pero es inexplicable también, es un pasión que no cualquiera entiende. Yo por el Atlas me doy con el que sea”, explica el Colochini.El sentimiento suena conocido. “Los chavos están aquí porque sienten que pertenecen a algo”, afirma el Colo, pero explica también la diferencia con las pandillas: “Nosotros no delinquimos, esto es para alentar y para darnos un tiro, pero hasta ahí. Por ejemplo, el Cachetón le dio gas al Cantante, porque se dio cuenta de que ese güey nomás ponía de pretexto a la barra para robar y mancharse”.En La Reja, la barra más radical del Guadalajara, saben la solución. “La violencia se puede erradicar con tolerancia, pero para que eso se dé entre las dos barras, van a pasar años, o quizá nunca pase”, dice un barrista rojiblanco que estuvo en las instalaciones de Público, pero pidió el anonimato.La leyenda continúa…El Colochini permanece impávido ante la información no solicitada: “Que el Chivigón te anda buscando”.“Pos eso dicen, que me anda buscando… saabe”.Del lado rojiblanco, la información también es imprecisa.Contra Tigres volvió el Chivigón al estadio, luego de su estancia en una granja de rehabilitación. Su hermano menor, el Chivigoncito, afirma: “En el Clásico va a buscar a ese güey… y no se la va a acabar”.Quién es quiénChivas tiene cuatro barras. La primera fue la Legión 1908, a la fecha la más numerosa y la menos conflictivaDe la Legión se desprendieron dos grupos. La Estirpe es una barra del corte de la Legión, que rara vez se mete en problemas, y el otro grupo se hizo llamar La Irreverente, de propuesta más radical, pero no tan violentaDe una escisión de la Irreverente, surgió La Reja, el grupo más violento del Rebaño. Esta barra depende de La Irre, como le llaman, para acceder a los boletos para ir al estadio JaliscoEn el Atlas han evitado a toda costa desmembrar su barra, con la formación de otros grupos más pequeñosA la fecha, la estructura de la barra 51 es sólida: la encabeza la Vieja Guardia, integrada por diez fundadores del grupo, todos con más de 30 años de edadDe ahí, siguen en orden ascendente los líderes de planilla, diez en total, que son algo así como el brazo operativoDespués vienen los 29 barrios. Hay algunos con 15 a 20 miembros, y otros como Oblatos, la Colonia Independencia, el Sur (El Sauz, Cruz del Sur, Colonia del Sur, el Fresno) y Chapalita, tienen entre 350 y 500 fans.